El pasado miércoles 8 de octubre, el entorno patrimonial de la Casa de las Palmeras, legado de la poetisa Gabriela Mistral y emplazada en las cercanías de la U.Central sede Región de Coquimbo, se transformó en un aula abierta para promover el bienestar, la inclusión y la sostenibilidad a través de una metodología activa y vivencial.
La jornada fue impulsada por la docente Francesca Vives, a cargo del curso Introducción al Desafío de la Sostenibilidad, y reunió a estudiantes de distintas carreras y a participantes del Programa Universitario de Formación Sociolaboral para Personas en Situación de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (PRUFODIS), acompañados por sus docentes María José Muñoz y Elisabeth Fernández.
La actividad, guiada por la especialista en bienestar integral, Erica Miranda, fundadora de Hortensia, consistió en una sesión de aromaterapia al aire libre, donde el cuerpo, los sentidos y las emociones se integraron en un espacio de pausa, conexión y bienestar. A través de dinámicas lúdicas e interactivas, los y las estudiantes pudieron experimentar cómo la sostenibilidad también implica cuidar de las personas y de sus entornos, reconociendo el valor de lo sensorial en los procesos de aprendizaje.
Este tipo de experiencias pedagógicas permiten poner en valor las instancias sensoriales como parte fundamental del aprendizaje de todas las personas, favoreciendo la inclusión y el reconocimiento de la diversidad en el aula. De esta manera, se fortalecen los valores institucionales de sostenibilidad, inclusión y diversidad, pilares del sello formativo de la Universidad Central, que promueve el uso de metodologías activas, aprendizaje experiencial y trabajo interdisciplinario.
Asimismo, se agradece la colaboración y apoyo del municipio de La Serena, que a través de su labor de vinculación con el entorno, pone a disposición espacios patrimoniales como la Casa de las Palmeras para el desarrollo de instancias educativas. Este entorno, inspirado en las ideas de Gabriela Mistral, invita a valorar la naturaleza, las plantas, los huertos y su cuidado como parte esencial de una pedagogía viva y significativa, donde el aprendizaje se construye en contacto directo con el entorno natural.
Actividades como esta contribuyen a vincular saberes, emociones y comunidad, generando experiencias que enriquecen la vida universitaria y fortalecen la formación integral de los y las estudiantes.
Por Francesca Vives, docente del curso Introducción al Desafío de la Sostenibilidad.